Japón es un país con mucha tradición gastronómica y alcohólica, famosas son sus cervecerías en Hokkaido, de donde salen algunas de las cervezas más internacionalmente reconocidas del país como Sapporo o Asahi. Pero, sin duda alguna, su bebida nacional, además de la más endémica, es el sake.
La palabra sake en japonés indica cualquier tipo de bebida alcohólica, sin importar su procedencia. Lo que nosotros conocemos como sake, en japonés se conoce como nihonshu, lo que se traduce como “bebida alcohólica japonesa”.
A pesar de que internacionalmente nos referimos al sake como un vino de arroz, su proceso de fermentación es más similar al de la cerveza, donde el almidón se convierte a azúcar que luego se fermenta, y no tanto al del vino, donde se fermentan los azúcares ya presentes en la fruta.
En la entrada de hoy os daremos a conocer un poco de la historia de esta bebida típica, cómo puede consumirse y su relación con la religión sintoísta.
Historia del sake
Los orígenes del sake son inciertos. Debido a la falta de documentos escritos japoneses previos al s. VIII, no se sabe exactamente en qué momento empezó a producirse esta bebida. El sake se producía con tan solo tres ingredientes: arroz, agua y el hongo koji, y era usado para ceremonias religiosas, festivales de la corte y juegos de beber.
La producción del sake estuvo regulada y monopolizada por el gobierno hasta el período de la Restauración Meiji, cuando esta se abrió a cualquier persona con conocimientos y dinero para producir su propio sake. Terratenientes con excedente de arroz fueron los que establecieron las destilerías en ese momento, usando el arroz sobrante de la cosecha para hacer sake.
Con el tiempo, los impuestos sobre el sake aumentaron, acabando con muchas de las productoras más pequeñas. Además, se prohibió su producción casera durante la guerra entre Japón y Rusia de 1904-1905, con una ley que aún se mantiene a día de hoy.
La segunda guerra mundial provocó una escasez de arroz, por lo que la producción de sake disminuyó y se inventó un nuevo proceso de fermentación en el que se añadía alcohol puro al arroz para así aumentar su producción, siendo el proceso más utilizado en la actualidad.
El uso religioso del sake
Como ya hemos comentado, el sake se usaba originalmente en ceremonias religiosas, siendo una parte muy importante de las ceremonias de purificación sintoístas, durante las que se consume. El sake también es una de parte esencial del shinsen, la ofrenda de alimentos y bebidas a los dioses. Este sake se llama omiki y, tras la ofrenda, el sake es bebido en los templos para comunicarse con los dioses y pedir buena suerte para el año que viene.
La relación entre el sake y la religión no termina en su uso para rituales, ya que durante la época de monopolio de sake por parte del gobierno, los templos empezaron a producir su propia variante para poder seguir con sus ceremonias sin depender del estado. A raíz de esto, los templos y santuarios sintoístas se convirtieron en los principales centros de producción de sake durante más de 500 años.
Gracias a esta producción de sake en los templos por parte de los monjes, se recogieron los primeros métodos de producción de sake por escrito.
Cómo beber sake al estilo autentico japonés
El sake es una bebida muy versátil y en Japón se puede servir de diferentes maneras dependiendo de la preferencia del bebedor, de las características del sake y de la estación:
- Sake frío: Llamado reishu en japonés, se sirve sobre los 10ºC, como el vino blanco, y es una bebida más bien veraniega. El sake de muy alta calidad suele servirse frío o a temperatura ambiente, ya que puede perder los aromas y sabores específicos del sake.
- Sake a temperatura ambiente: Conocido como jōon en japonés, se sirve durante todo el año y es indicado para cualquier tipo de sake, independientemente de su calidad.
- Sake caliente: Bebida típica de los meses más fríos, es conocido como atsukan en japonés y se sirve a unos 50ºC. Es la manera tradicional de consumir el sake, y normalmente tiene mejor sabor cuando es servido así, por lo que el sake de más baja calidad se sirve de esta manera. El sake caliente que se ha enfriado puede volver a calentarse.
La manera más tradicional de beber sake es en botellas de cerámica conocidas como tokkuri y luego servido en copas pequeñas llamadas choko. Esto es típico sobretodo con el sake caliente, ya que se calienta directamente en la botella y mantiene la temperatura durante más tiempo.
Normalmente, es de mala educación servirse la bebida a uno mismo (lo que se conoce como tejaku), y la costumbre es que la gente con la que compartes la botella se sirva los unos a los otros (conocido como shaku). Aunque esto no es tan habitual en la actualidad, aún es una práctica observada en ocasiones más formales como cenas o comidas de empresa, sobre todo para la primera vez que se sirve el sake.
El sake habitualmente se comercializa en múltiplos de 180ml, el equivalente a la medida del vaso llamado gō, la forma tradicional de beber el sake. Es así también como se sirve tradicionalmente, aunque actualmente también puede encontrarse en distintas medidas.
Actualmente, el sake está empezando a utilizarse también para combinados y cócteles. Debido a su alta concentración de aminoácidos y su versatilidad, el sake es un alcohol perfecto para hacer sabrosos y refrescantes cócteles que acompañarán a la perfección el sushi.
Esperamos que este blog os haya convencido a probar la bebida nacional japonesa y que hayáis aprendido un poco más sobre este interesante alcohol.